El término "caries" proviene del latín "cavity" y significa podredumbre o descomposición. Según determinaron los responsables de las Industrias Farmacéuticas y salud bucal, desde 1971, consideran que la caries es una consecuencia de la caída de la dentadura, tal y como se explica a continuación: En la placa dental (= placa bacteriana, se forma con la acumulación de bacterias vivas y muertas, microorganismos del metabolismo de las bacterias, restos de comida, principios salivares y minerales) se asientan determinadas bacterias, que en un proceso metabólico, transforman todo el azúcar con el que entran en contacto, en ácidos. Al ser neutro (valor PH 7) el medio de la cavidad bucal, hay que neutralizar los ácidos con la ayuda de minerales. Los minerales que mantienen la estructura bucal, por ejemplo el calcio, se desprenden cuando entran en contacto regularmente con sustancias como el azúcar, dando lugar, poco a poco, a la descomposición dentaria y la aparición de caries. La intensidad con la que ocurre este proceso, depende fundamentalmente de la frecuencia con la que se consume azúcar o hidratos de carbono (es mejor comer una tableta de chocolate de una vez que, repartirla y comerla a lo largo del día). Cada vez que comemos azúcar o hidratos de carbono, causa en la superficie dental, una disminución temporal de una media hora el valor de pH (desciende de un valor 7 a 5 e incluso menos). En el caso de que se coma mucho entre horas, la descalcificación del esmalte dental se agudiza.
Cuando las bacterias dentales consiguen alimento en forma de azúcar (también de alimentos farináceos y frutas dulce), éstas se multiplican, dando lugar a la formación de placa bacteriana. Las bacterias se depositan en esta placa bacteriana, produciendo ácidos. Dichos ácidos atacan a los dientes y solo es cuestión de tiempo que aparezcan huecos en la estructura dental. Cuando se utiliza azúcar de abedul en lugar de azúcar, o bien, si después de cada comida se lleva a cabo una limpieza de la cavidad bucal con el azúcar de abedul, las bacterias depositadas en la estructura bucal, no consiguen alimento. La placa bacteriana y los ácidos, no se forman.
La caries y las enfermedades de las encías son muy problemáticos. Evidentemente, la dieta es fundamental para la salud de nuestros dientes. Cuando se consume demasiado azúcar, se debilita el sistema inmunológico y se crea un entorno ácido muy perjudicial para la salud dental. En la boca tenemos más de 400 tipos de bacterias. La mayoría, son beneficiosas, pero cuando entran en contacto con el azúcar, encuentra su alimento y se multiplican a gran velocidad. No obstante, al finalizar la comparación, se demostró que el grupo de azúcar de abedul contaba con un 85% menos de caries que el grupo del azúcar tradicional. Según estos resultados, se puede concluir lo siguiente: Mientras que el grupo del azúcar tradicional contaba con una media de 7,2 dientes con caries y el grupo de la fructosa con 3,8 más que el grupo anterior, el grupo de azúcar de abedul causó sensación con un número de dientes con caries nuevas, con tan sólo un 0,0.1. Incluso, se pudo constatar que en algunos individuos, la acción del azúcar de abedul, no sólo evitaba la aparición de caries, sino también que, los dientes en los que anteriormente se había visto alguna caries, incluso parecían mejorar por el efecto del azúcar de abedul.
La enfermedad periodontal es producida por bacterias nocivas. Estos depósitos contribuyen al crecimiento de bacterias que provocan la inflamación de las encías. Las bacterias depositan minúsculas cantidades de toxinas que ocasionan daños en los tejidos, ayudando así al riesgo de contraer infecciones. La placa dental, es una película pegajosa de la saliva, difícilmente visible, que se forma por la acumulación de restos de alimentos, que se alojan paulatinamente en los dientes.